05 mayo 2005

Revista de Extremadura



Desde 1999, año en que se cumplió el centenario de la fundación de la Revista de Extremadura por un grupo de intelectuales cacereños, la también cacereña Cicon ediciones viene haciendo un ademirable y continuado esfuerzo por recuperar en ediciones facsimilares aquellos viejos tomos, a razón de uno por año.
Contando con el apoyo de una ayuda a la edición de la Consejería de Cultura de la Junta de Extremadura, sale ahora a la calle el tomo sexto, que recoge los doce números que se publicaron en Cáceres a lo largo de 1904.
Se trata, como en los cinco tomos anteriores, de una recuperación imprescindible. De recuperar y homenajear aquel esfuerzo de erudición, creatividad e investigación que fue pionero en la vertebración de la identidad regional extremeña a través de las distintas ramas de la cultura.
“Historia. Ciencia. Artes. Literatura.” es el indicativo subtítulo que acompañó a la Revista de Extremadura desde su número fundacional. Y en efecto, lo creativo convivió con la investigación erudita y con la especulación filosófica para construir aquel ambicioso proyecto cultural que acometieron un grupo de artistas e intelectuales extremeños.

Temas tan distintos como las lápidas romanas, el estudio de la criminalidad en al provincia de Cáceres, textos poéticos, amagos pioneros de estudios medioambientales y construcciones teosóficas pueden darnos idea de la disparidad de temas, de enfoques y perspectivas que recogía la Revista de Extremadura.

Naturalmente, es inevitable también el desigual interés de los textos, el diferente rigor intelectual de los colaboradores, pero en términos generales los doce números de este tomo sexto de 1904 son una referencia ineludible para conocer la realidad y la intrahistoria intelectual extremeña en el Cáceres de aquel comienzo de siglo desde el quehacer de aquel grupo de idealistas ilustrados.
Roso de Luna, Publio Hurtado, Manuel Monterrey, Rafael García-Plata, Carolina Coronado o Juan Sanguino Michel son algunos de los nombres que figuran en el consejo de redacción o entre los colaboradores habituales de la revista. Exponentes todos ellos y muchos otros de un esfuerzo generoso que hoy debemos reconocer y valorar.
Llama especialmente la atención en este tomo de 1904 el número de noviembre, dedicado monográficamente a los Reyes católicos y a su relación con Extremadura con motivo del cuarto centenario de la muerte de Isabel la católica.
Saludemos, pues, esta publicación que nos ayuda a completar el mapa cultural, literario e intrahistórico de la Extremadura de comienzos de siglo con la perspectiva que da el paso de estos cien años.