03 junio 2005

Hermenéutica del pata negra

La anécdota es bien conocida. Picasso observó a una señora que se debatía entre el mosqueo y el escándalo ante uno de sus cuadros.

Y la provocó:
-¿No le gusta, señora?
- No. Ni lo entiendo. Si no lo entiendo, ¿cómo me va a gustar?
- ¿ Y el jamón, señora? ¿Le gusta el jamón?
- Sí.
- ¿Y lo entiende?

A veces la clave de la pintura, de la poesía, está más en el espectador, en el lector, en su actitud, que en el hermetismo del cuadro o del poema.
Porque ese supuesto hermetismo no es una condición del objeto artístico, sino de la relación significativa que se establece al otro lado del canal, en el receptor.