10 septiembre 2005

Luces de posición en el siglo de las luces

"Una noche oscurísima iba un ciego por las calles con una luz en la mano y un cántaro de agua al hombro. Preguntole uno de los que pasaban:
- Simple, ¿de qué te sirve esa luz? ¿No es para ti lo mismo la noche que el día?
Respondiole el ciego riéndose:
- No llevo la luz para alumbrarme, sino para que algún atolondrado como tú no me pegue un encontrón y me eche el cántaro abajo."

Este cuento, de evidente tradición oral, fue recogido por Bernardo Mª de Calzada en su Nueva floresta, un libro misceláneo que se publicó en 1790 con un título tan kilométrico como todos los de su siglo.
Un libro que a poco de aparecer tuvo serios problemas con una Inquisición reactivada por Carlos IV y por el pánico ante la Revolución francesa.
Es uno de los cuentos breves que aparecen ahora en la indispensable Antología del cuento del siglo XVIII que ha preparado Marieta Cantos para la colección Letras hispánicas de Cátedra.