03 octubre 2005

Saint-John Perse, treinta años después

Se cumplían estos días de septiembre treinta años de la muerte de Saint-John Perse y no quería dejarlos pasar sin releer Anabasis (escrita en 1921 y publicada en 1924) en la traducción que hizo para Visor José Antonio Gabriel y Galán.
Una relectura que le deja a uno tan perplejo como la primera vez que la leyó, tan perplejo como La tierra baldía de Eliot, que tradujo Anabasis al inglés.
Ardua tarea la de traducir un texto tan intraducible, como reconocía Von Hofmansthal en el prólogo de la traducción alemana de 1929. Pocos días antes, por cierto, de que su hijo se suicidase y Hofmansthal sufriese un ataque cerebral que le ocasionaría también la muerte.

Me gusta la traducción de Gabriel y Galán. Mantiene el vuelo poético y el sentido del ritmo del original (es edición bilingüe) y se lo entrega al lector español con toda la fidelidad que permite un texto tan hermético.
Sólo un inexplicable borrón en el prólogo, que yo no sé cómo pudo pasar desapercibido a Gabriel y Galán o a algún amigo que lo advirtiera: está hablando de unos libros podridos por el agua y dice algo tan chocante como "que despedían tal pudibundez que hubieron de llamar a los bomberos."