13 marzo 2007

Huérfanos de Satanás


Suerte tienen algunos obispos como el de Huesca , con su cara de carlistón del XIX, de que hayan clausurado el infierno. La foto no tiene desperdicio, desde el semblante que evidencia un desprecio absoluto de la piedad, hasta el fondo de nubes que intenta dar condición seráfica al rostro de un fanático o de un iluminado. Añoranza de las hogueras y los palios franquistas y la bendición de la cruzada. Desgracia del rebaño cuidado por un lobo como este.

Luego vendrán con la letanía lauretana y sus misterios dolorosos y dirán que están perseguidos. Es al revés. Somos nosotros los perseguidos sin bienaventuranza, aunque menos de lo que quisieran ellos.

Y si ya no existe el demonio, ¿de quién serán hijos los hijos de Satanás?