08 octubre 2007

Tu rostro mañana

Con Veneno y sombra y adiós, el tercer volumen de Tu rostro mañana, que publica Alfaguara, Javier Marías completa una obra que a lo largo de sus mil seiscientas páginas ha ido levantando un formidable monumento narrativo creciente en cantidad y, lo que es más asombroso e importante, en calidad.

En contra de lo que suele ocurrir, y para desmentir tajantemente las prevenciones que parte de la crítica española vertió sobre este proyecto que ahora culmina, cada nueva entrega ponía más alto el listón de la exigencia de Marías consigo mismo, de manera que el segundo tomo superaba al primero y este tercer tomo corona ese camino de perfección en la que seguramente es la mejor novela del mejor novelista español vivo.

Con la benéfica sombra de Shakespeare planeando sobre el conjunto de la obra (Tu rostro mañana es la traducción de una cita literal de la Segunda parte de Enrique IV), la traición y la violencia se acaban revelando como el verdadero rostro de los demás en Veneno y sombra y adiós .

Fiebre y Lanza, la primera entrega, llevaba una dedicatoria a Sir Peter E. Russell, el hispanista en quien está inspirada la figura de Peter Wheeler, un personaje fundamental en la novela, junto a Juan Deza, el padre del narrador, trasunto de Julián Marías. A los dos, desaparecidos ya, se les rinde homenaje en la dedicatoria que cierra la novela como un epitafio:

Mención aparte merecen mi padre, Julián Marías, y Sir Peter Russell, que nació Peter Wheeler, sin cuyas vidas prestadas este libro no habría existido. Descansen ambos ahora, también en la ficción de estas páginas.

Se completan así cinco años que son los que abarca la historia editorial de un proyecto al que Marías ha dedicado casi nueve años (empezó a escribir Fiebre y Lanza en 1998) para obtener como resultado la que el propio autor cataloga como su mejor novela, como la más completa y ambiciosa. Una novela que pese a sus más de setecientas páginas, con su característica mezcla de intriga y reflexión sabiamente dosificadas, se lee a muy buen ritmo.

Reseña íntegra en la revista Encuentros de lecturas y lectores