07 octubre 2009

Medio siglo de El tambor de hojalata



Con una nueva traducción de Miguel Sáenz que llega hoy a las librerías celebra Alfaguara el medio siglo de El tambor de hojalata.

Es verdad que una de las virtudes de los clásicos es que están por encima del tiempo. Por eso nada mejor que comprobar que esa novela, la primera de Günter Grass, sigue siendo una obra tan viva como en aquel 1959 en que Hans Magnus Enzensberger la recomendaba en estos términos: Hay que leer la primera novela de un autor llamado Günter Grass que producirá gritos de alegría y de indignación.

En el epílogo a su traducción, explica Miguel Sáenz: hacia 2005, comenzó a sentirse en distintos países la necesidad de acometer nuevas traducciones de El tambor de hojalata: Francia, Finlandia, Italia, Portugal, el ámbito anglosajón... y también España. Por ello Günter Grass convocó, en Danzig, una reunión con sus traductores, como suele hacer cada vez que escribe un nuevo libro. Entre esos traductores los había de la vieja guardia, que habían asistido a esas reuniones desde la primera que tuvo lugar con motivo de la publicación de El rodaballo en 1978, pero también traductores nuevos. Y la idea de Grass era, no sólo hablar de El tambor con sus traductores, sino también mostrarles los lugares de Danzig, su ciudad natal, en la que transcurre gran parte de la acción.

Estos días se acumulan los actos que celebran los cincuenta años de la novela. La editorial alemana Steidl acaba de publicar una edición conmemorativa, acompañada de una amplia documentación sobre el libro y de comentarios que reflejan su repercusión internacional.

Y este mes, en la Feria de Frankfurt se concentrarán una serie de actos que tendrán como referente El tambor de hojalata, sin duda una de las imprescindibles del siglo pasado.