04 febrero 2010

Leopardi. L’ infinito

L’ Infinito

Sempre caro mi fu quest’ermo colle
e questa siepe, che da tanta parte
dell’ultimo orizzonte il guardo esclude.
Ma sedento e mirando, interminati
spazi di là da quella, e sovrumani
silenzi, e profondissima quiette
io nel pensier mi fingo; ove per poco
il cor non si spaura. E come il vento
odo stormir tra queste piante, io quello
infinito silenzio a questa voce
vo comparando: e mi sovvien l’eterno,
e le morte stagioni, e la presente
e viva, e il suon di lei. Cosí tra questa
inmensità s’annega il pensier mio:
e il naufragar m’è dolce in questo mare.


La traducción que sigue es de Mª de las Nieves Muñiz y forma parte de la edición de los Cantos que acaba de publicar en Cátedra. Una segunda edición que revisa la que apareció en esta misma colección en 1998.

El Infinito

Siempre caro me fue este yermo cerro
y esta espesura, que de tanta parte
del último horizonte el ver impide.
Mas sentado y mirando, interminables
espacios a su extremo, y sobrehumanos
silencios, y hondísimas quietudes,
imagino en mi mente; hasta que casi
el pecho se estremece. Y cuando el viento
oigo crujir entre el ramaje, yo ese
infinito silencio a este susurro
voy comparando: y en lo eterno pienso,
y en la edad que ya ha muerto y la presente,
y viva y en su voz. Así entre esta
inmensidad mi pensamiento anega:
y naufragar en este mar me es dulce.