26 mayo 2011

Dos novedades de Calambur




Un prólogo de Antonio Gamoneda (Ferrín, Ferrín) y un epílogo de Manuel Outeiriño, autor con Eloísa Otero de la traducción y las notas, enmarcan la magnífica edición de la Poesía fundamental de X. L. Méndez Ferrín, seguramente el mejor escritor gallego en verso y prosa de los últimos treinta años.

Y treinta años de poesía recoge este amplio tomo bilingüe que reúne cinco libros (Con pólvora e magnólias (1976); Poesía enteira de Heriberto Bens (1980); O fin dun canto (1982); Erótica (1992); Estirpe (1994) y Contra Maquieiro (2005).

En estos cinco libros, espléndidamente traducidos y anotados con inteligencia y sensibilidad por Eloísa Otero y Manuel Outeiriño, está el universo literario del poeta y la potencia verbal de sus versos. Comprometido con su país y con su lengua, la voz poética de Méndez Ferrín -poeta cimarrón en palabras de Manuel Outeiriño- mezcla la crítica social y la evocación del pasado, suma lo culto y lo popular, la vida y la literatura, la nostalgia del mito y la voluntad combativa: un gesto de insistente constancia frente a lo adverso.

En Las Palmas, en febrero de 2009, fechó José María Millares Sal su último libro, Krak, que dejó preparado unos meses antes de morir.

Como Liverpool, como Esa luz que nos quema, como los Cuadernos, este es un libro asombroso, pero aún más radical. Krak es el nombre del intruso que irrumpe como un torbellino en la vida del poeta en 2008 para desordenar el mundo y someterlo a la lógica del caos.

Sonriente y diabólico, brutal y corrosivo, Krak -un espíritu sin espíritu- recorre perturbadoramente estos poemas visionarios con una libertad y una potencia que va más aún más allá del resto de los libros de Millares Sal.