18 abril 2012

Cazador en África




Hace casi ochenta años, en 1933, Ernest Hemingway también andaba pegando tiros por las llanuras de África.

De aquella experiencia surgió Verdes colinas de África, una obra maestra del reportaje, un libro de viajes y un relato de aventuras que acaba de publicar Debolsillo con traducción de Damián Alou.

El autor ha intentado escribir un libro totalmente veraz -escribe Hemingway en el prefacio- para comprobar si la forma de un territorio y la acción que ocurre durante un mes, presentados de manera veraz, podrían competir con una obra de la imaginación.

Imaginación, reportaje, la realidad. Y las comparaciones, que –ya se sabe- son odiosas.