22 mayo 2012

Ariel Quintaesencia






 

Más valen quintaesencias que fárragos, escribió Baltasar Gracián en una síntesis que resume la concentración conceptista.

Y a esa cita se acoge la nueva colección Ariel Quintaesencia, una espléndida serie de compendios dirigidos a un público amplio, un repertorio muy cuidado en su diseño y en la selección de sus títulos, precedidos de prólogos breves y completados con útiles índices onomásticos o temáticos, con cronologías o mapas conceptuales como el que cierra El arte de la prudencia de Gracián en la edición de Emilio Blanco.

Porque la colección Quintaesencia se inaugura –no podía ser de otra manera- con el Oráculo manual o Arte de prudencia de Gracián, una de las cimas de la prosa barroca y del pensamiento aforístico español y universal.

Un clásico que no ha dejado de crecer desde su primera edición en 1647, un libro in fieri, como afirma el prologuista de este texto que se ha ido actualizando con cada lector y con cada época y que contiene agudezas como esta, del epígrafe 205, por la que no pasa el tiempo, a la que cada lector podría poner una cara y un nombre:

Astucia de indignos: oponerse a grandes hombres para ser celebrados por indirecta, cuando no lo merecían de derecho: que no conociéramos a muchos si no hubieran hecho caso de ellos los excelentes contrarios.

O este otro, cuya fuerza está en hablar no de la envidia en abstracto, sino del envidioso sufriente y concreto con el que todos nos hemos cruzado alguna vez. Estaba, hace más de tres siglos y medio, agazapado en estas líneas del aforismo 162:

No muere de una vez el envidioso, sino tantas cuantas vive a voces de aplausos el envidiado, compitiendo la perenidad de la fama del uno con la penalidad del otro. Es inmortal este para sus glorias y aquel para sus  penas.
En esa misma colección aparece una Breve historia de España en el siglo XX, firmada por dos especialistas: el catedrático Julián Casanova y Carlos Gil Andrés, autor de un prestigioso Diccionario de Historia de España.

Es un panorama de conjunto que conjuga la brevedad de la síntesis propia de la serie con la profundidad del análisis y el rigor con la precisión en un recorrido por un tiempo agitado y un país complejo, “un país de emigrantes, de perseguidos y de desterrados” que vivió gran parte del siglo pasado –y de muchos otros siglos-  azotado por el atraso, la pobreza y el fanatismo.

La Monarquía de la Restauración, la Segunda República, la Guerra Civil, la dictadura franquista y la democracia se suceden en un relato de hechos esenciales y en una explicación de los cambios y procesos de una historia inacabada, en una exposición de conjunto en la que los hechos se integran en un proceso que les da sentido tanto en sus antecedentes como en sus consecuencias.