13 mayo 2013

Ramírez Lozano. Ropa tendida




Si en el último libro de José Antonio Zambrano respira el duende, por encima de la Ropa tendida, de José Antonio Ramírez Lozano (Premi Tardor. Ed. Aguaclara.) sobrevuela el ángel profundo de la gracia.

Con su hondo vuelo airoso, ese ángel ha ido dejando su destello constante en toda la poesía de Ramírez Lozano.

Y a veces toma cuerpo en un ángel concreto como este Ángel de las bicicletas, nieto por línea directa de algún ángel futurista de Alberti:

El ángel de los parques por la noche 
ensaya en los columpios 
el vuelo que, por mucho que lo intenta, 
no acierta a levantar.

Hasta que abre sus alas corriendo tras el rastro de una muchacha rubia y ciclista, 

Hasta que alza 
tras uno el otro pie y alcanza el vuelo
celeste, ese al que aspiran
los hombres todos cuando, alguna vez, 
han sentido pasar 
de cerca a la belleza.

Como el ángel. Como el poeta. Como el ángel del poeta.