19 junio 2013

La vida literaria



Se lo comentaba anoche a mi amigo Miguel Ángel Lama cuando le agradecía su comentario afectuoso sobre mi retirada de la vida literaria: eso de la vida literaria me recuerda lo que decía Baroja de la cabecera de aquel viejo periódico El pensamiento navarro. O pensamiento o navarro, las dos cosas a la vez son incompatibles. 

A la vista de la foto de arriba la vida y la literatura no son incompatibles. Pero la suma de vida y literatura no es la vida literaria, cosa bien distinta y a menudo menos agradable y llena de bajezas y pequeñeces.

Y para descansar de la vida y la literatura, como hace un rato, cuarenta kilómetros de plato grande, piñón chico, viento de costado y adrenalina por esos arcenes de Dios. Beatus ille...



Et in Arcadia ego. Iba a decir, como Fray Luis, ni envidiado ni envidioso, pero sé que sigue  planeando por ahí la (mala) sombra de Caín, con su olor ancestral a tasajo de cabra y a bosta de caballo.