Un soneto de Ángel García López
RECETA DE PACIENCIA Y DE CONSUELO
CON QUE SANARSE DE LA ENVIDIA PUTA
Anónimo gaditano, siglo XX
Te embisten por la espalda dos pitones.
Cornudo, ¿qué hice yo? Cuando parece
lograste el quite, el toro más se crece
buscando el bulto de los pantalones.
Y cuando piensas que acabó, montones:
media docena, una docena, trece,
catorce, quince... Y siempre otro aparece
para asestarte un par de cornalones.
Y todo porque ven tu escribanía
con éxito. Si tonto, Fabio, fueras
ninguno te envidiara, ni uno solo
así que tú a tu cosa, a tu poesía.
Mándalos al carajo por gaoneras.
Y que te sigan ordeñando el bolo.
Ese anónimo gaditano
es uno de los poemas que forman parte de El río de mis ojos,la antología poética que resume cincuenta años de escritura de Ángel García López en torno a un eje temático, el Sur.
Acaba de publicarla en su colección Arrecifes La Isla de Siltolá con edición y prólogo de Tomás Rodríguez Reyes y epílogo de José Jurado Morales.
<< Home