01 abril 2015

Mozart. Sociología de un genio




Con su decisión de dejar el servicio de la corte de Salzburgo y de confiar su futuro sin empleo fijo al favor de la buena sociedad vienesa, Mozart dio un paso todavía bastante inusitado en su época para un músico de su categoría. Sin embargo, para su producción musical esto tuvo una gran repercusión. Porque, de hecho, a causa de la configuración social específica en cuyo seno la música tenía aquí su función, el canon de la producción musical de los artistas cortesanos, que trabajaban para un señor determinado siguiendo sus indicaciones y necesidades, se diferenciaba muy marcadamente del que se iba creando paulatinamente al irse normalizando la producción musical de artistas relativamente libres, es decir, en competencia con otros por el favor de un público preeminentemente anónimo. Diciéndolo en el lenguaje tradicional: con el cambio de la posición y la función social del músico se transformó al mismo tiempo el estilo y el carácter de su música. La singularidad de la música de Mozart surgió, sin duda, de lo irrepetible de su talento. Pero la forma en que se desplegó este talento, cómo llegó a expresarse en sus obras, está relacionada hasta en sus mínimos detalles con que él, un músico cortesano, había dado el paso hacia el «artista libre» prematuramente, en un momento en que, aunque el desarrollo de la sociedad se lo permitiera, institucionalmente todavía no tenía preparado el terreno.

Norbert Elias. Mozart. Sociología de un genio. Península