25 julio 2015

El buque fantasma



Hablando con Eckermann, Goethe había apuntado la idea de Weltliteratur: la «literatura universal» como consecuencia inevitable de todo lo que se escribía. «La literatura nacional ya no significa gran cosa, entramos en la época de la literatura universal y cada uno debe contribuir a precipitar la llegada de esa época».
Así advino la época no solo de la literatura sino de la hibridación universal. Un día Borges agregaría, con su entera obra, una glosa: todo puede ser considerado literatura. Este es hoy el buque fantasma que transporta todas las posibles combinaciones de formas y las acoge sobre un fondo neutro, ecuánime, que no es una pantalla sino una mente hipotética. Acaso uno de los raros privilegios de nuestro tiempo sea que este hecho, de por sí inaudito, sea penetrado por la sensibilidad general, sin encontrar obstáculos. La literatura, ahora, o bien no es percibida en absoluto (es lo más habitual) o bien difícilmente consigue distinguirse de todo lo demás.


Roberto Calasso. 
La marca del editor.
Traducción de Edgardo Dobry.
Anagrama. Barcelona, 2014.