07 julio 2015

Muerte de reyes



Hay tres ocupaciones intelectuales, y hasta donde yo sé solamente tres, en las que los seres humanos han realizado grandes hazañas antes de la edad de la pubertad. Son la música, las matemáticas y el ajedrez. Mozart escribió música de indudable competencia y encanto antes de cumplir los ocho años. A los tres, Karl Friedrich Gauss efectuó, según se dice, cálculos numéricos de cierta complejidad; demostró ser un aritmético prodigiosamente rápido pero también notablemente profundo antes de cumplir los diez. Con doce años, Paul Morphy derrotó a todos sus contrincantes en Nueva Orleans, una proeza no pequeña en una ciudad que, hace cien años, contaba con varios formidables jugadores de ajedrez.

Así comienza “Muerte de reyes”, un espléndido artículo sobre ajedrez y literatura que George Steiner publicó el 7 de septiembre de 1968 en el semanario The New Yorker. 

Es uno de los cerca de treinta textos recogidos en el volumen George Steiner en The New Yorker, que publicó Siruela en 2009 con edición y prólogo de Robert Boyers y traducción de Maria Condor.