04 agosto 2015

De improviso, ante los doctos



De improviso, ante los doctos de Salamanca se presenta Cristóbal Colón, que sostiene nuevos conceptos acerca de la forma y dimensiones de la Tierra y presenta la hipótesis de que es posible «buscar el Levante por el Poniente». Como es natural, el docto de Salamanca refuta a Colón. Colón parte igualmente y descubre América. A partir de este momento, el rostro de la Tierra aparece cambiado, todos los libros de astronomía y de geografía hasta entonces existentes pierden valor, los conceptos cuyo vendedor y divulgador autorizado era el docto ya no tienen validez alguna. Los nuevos técnicos del globo son los navegantes, los exploradores o los doctos capaces de ajustarse a la nueva visión de las cosas. Entonces, al docto de Salamanca —si quiere sobrevivir— se le ofrecen dos alternativas: o someterse a un curso de adiestramiento para adquirir suficientes conocimientos que le permitan ser maestro de cultura y de vida en el cambiado horizonte de relaciones, o establecer las bases de una nueva ciencia que consista en sostener la negatividad moral y cultural del descubrimiento de América. En esta disciplina podría ascender a la dignidad de experto y volver a ser maestro de vida para miles de discípulos. 

Umberto Eco. 
Apocalípticos e integrados. 
Traducción de Andrés Boglar. 
Fábula Tusquets. Barcelona, 1995