12 noviembre 2015

Nouvelle Siltolá



La Isla de Siltolá inaugura la colección Nouvelle, dedicada a la ficción breve, con dos volúmenes de microrrelatos: Teoría de lo imperfecto, del poeta y narrador Antonio Luis Ginés (Iznájar, 1967) y El vigía, el primer libro de Diego Marín Galisteo (Baena, 1981), profesor de talleres de narrativa breve.
Hay en los dos libros, como es habitual en el género, un cruce de ficción y realidad que se anuncia ya en las espléndidas fotografías de portada y contraportada.
A medio camino entre lo narrativo y lo lírico, el microrrelato responde a varias de las características (levedad, rapidez, exactitud...) que Italo Calvino fijó como propias de la posmodernidad y es por eso una de las formas narrativas más representativas de este nuevo milenio, un género emblemático del siglo XXI caracterizado –de ahí su proximidad con la poesía- por la fuerza expresiva de textos breves cargados de sentido.
Variados en tema y en tono, en voces narrativas y enfoque, los microrrelatos de Antonio Luis Ginés y de Diego Marín Galisteo habitan un territorio de frontera entre la realidad y la imaginación, entre el ingenio, el efecto de suspensión, la paradoja o la sorpresa, claves fundamentales de la concentración y la unidad de efecto propias del género.

Dejo aquí una muestra de cada uno de estos dos volúmenes:

Touché, de Teoría de lo imperfecto:
La niña le regala una flor y una golosina. Él la mira sorprendido, sonríe mientras huele la flor y empieza a relamerse antes de probar la golosina sin dejar de mirar su pequeño cuerpo. Sus canas se agitan al viento. ella dobla el sobre con cianuro en polvo y baja los ojos. 

Y La boda, de El vigía:
A veces gimen o maldicen en voz baja. Incluso puede que pierdan un brazo o se les descuelgue algún ojo. Pero por mis invitados no se preocupe. Cuando acabe la ceremonia abandonarán la iglesia camino del cementerio, de uno en uno, sin hacer mucho ruido.