29 enero 2016

¿Cómo Shakespeare se convirtió en Shakespeare?


Un joven de una pequeña ciudad de provincias —un hombre sin fortuna personal, sin contactos familiares importantes y sin educación universitaria— se traslada a Londres a finales de la década de 1580 y, en un tiempo considerablemente breve, se convierte en el mejor dramaturgo no tan solo de su época, sino de todos los tiempos. Sus obras causan sensación entre los individuos cultos y los analfabetos, entre el sofisticado público urbano y las gentes de provincias que asisten por primera vez a una representación teatral. Consigue que el público ría y llore; convierte la política en poesía; combina arriesgadamente la payasada vulgar y la sutileza filosófica. Sabe adentrarse con la misma penetración tanto en la vida privada de los reyes como en la de los mendigos; en un momento dado parece haber estudiado derecho, en otro teología, en otro historia antigua, y tiene al mismo tiempo la virtud de imitar los acentos de los pueblerinos y de deleitarse con cuentos de viejas. ¿Cómo explicar un éxito de tal magnitud? ¿Cómo Shakespeare se convirtió en Shakespeare?

Así comienza el Prefacio de Stephen Greenblatt a El espejo de un hombre, una obra maestra del género biográfico que publicó en 2004 con el título Will in the World y con el que al año siguiente fue finalista del Pulitzer y del National Book Award en Estados Unidos.
Con el subtítulo Vida, obra y época de William Shakespeare, acaba de editarlo en español Debolsillo con traducción de Teófilo de Lozoya y Juan Rabasseda.
Con una admirable combinación del rigor y la solvencia narrativa que luego confirmó en la excelente reconstrucción de los orígenes del Renacimiento que hizo en El giro, este libro que se lee como una novela es un estudio serio que se ha convertido desde hace años en una referencia insoslayable en los estudios sobre Shakespeare.
"Asombrosamente bueno –escribió Adam Gopnik en The New Yorker-. Es el libro más inteligente y sofisticado, y también el estudio más colosalmente apasionado que he leído jamás sobre la vida y obra de Shakespeare."
La publicación de esta traducción es una espléndida manera de conmemorar entre nosotros el cuarto centenario de la muerte del clásico entre los clásicos.