23 febrero 2016

Estela con pájaro en Álora la bien cercada



La Revista Internacional de Poesía y Dibujo Álora, la bien cercada celebra su XXV aniversario con una edición especial patrocinada y editada por el Ayuntamiento de Álora con la colaboración de la Diputación Provincial de Málaga.
Bajo la dirección y el cuidado de los poetas José María Lopera e Isabel Miguel, en este especial conmemorativo figuran poemas y dibujos inéditos de una selección de los autores que hemos ido publicando en esa revista a lo largo de este cuarto de siglo.
Desde 1991 hasta hoy, se podría hacer un recorrido panorámico por la poesía actual a través de las páginas de esta revista, que ha estado abierta a las tendencias más variadas y a las voces más significativas de la poesía de estos veinticinco años. 
No hay más que repasar la nómina de este número extraordinario en el que, junto con nombres como los de Manuel Alcántara, María Victoria Atencia, Francisco Caro, Luis Alberto de Cuenca, Pedro A. González Moreno, Clara Janés, Marta López Luaces, Juan Carlos Mestre, María Ángeles Pérez López, Manuel Rico, Mercedes Roffé, Andrés Sánchez Robayna, Jaime Siles o Juvenal Soto, hay espacio para la edición bilingüe de poemas de Zhivka Baltadzhieva, Subhro Bandopadhyay, Emilio Coco, Desmond Egan, Saeid Hooshangi Shizue Ogawa o Lamis Saidi.
Y un apartado especial –Homenaje a los que se fueron- que recoge textos de Eugenio de Andrade, Ángel Crespo, Alfonso Canales, Seamus Heaney, José Hierro, Leopoldo de Luis, Rafael Pérez Estrada, Leopold Sédar Senghor, Mark Strand o José Miguel Ullán.
Agradezco desde aquí al director José María Lopera y a su eficiente mano ejecutiva, Isabel Miguel, poetas los dos, que hayan incluido mi nombre y este poema, Estela con pájaro, en un panorama, tan variado como imprescindible, en el que si no está todo -nunca está todo- sí está casi lo fundamental de la poesía de las últimas décadas: 

ESTELA CON PÁJARO 

Mientras en la alta noche gira un viento con luna,
alas de nieve y sombra levantan las palabras
en un vuelo profundo
al centro donde acecha vacío el laberinto.

Hueso, volcán y hormiga, 
sol ciego de la víspera, ceniza de las órbitas,
juntan labio y minuto 
en el espacio curvo de los sueños.

Constelación de luces caídas en el frío, 
en la humedad callada
que mancha un sol oscuro sobre un paisaje efímero.

Raíz lenta de silencio, música del planeta 
en la conjugación de las mareas
y en la hora combustible de la tarde.

¿Qué signo sordo oía 
la desorientación del pájaro en el tiempo?