05 marzo 2016

Keats contra la sentimentalidad en poesía



Ahora que vuelvo a su poesía imprescindible con la espléndida Antología bilingüe que acaba de publicar Antonio Rivero Taravillo en Alianza Editorial, recuerdo la carta de John Keats de 27 de octubre de 1818 a su amigo Richard Woodhouse. Es la que Cortázar definió en su memorable Imagen de John Keats como la "carta del camaleón": 

El poeta es un ser sin identidad, lo es todo y no es nada; no tiene carácter; disfruta la luz y la sombra (...) Lo que choca al virtuoso filósofo deleita al camaleónico poeta (...) Un poeta es el ser menos poético que haya, porque no tiene identidad: está continuamente sustituyendo y rellenando algún otro cuerpo (...) El sol, la luna, el mar, los hombres y las mujeres, que son criaturas impulsivas, son poéticos y tienen en sí algún atributo inmutable. El poeta no posee ninguno;ninguna identidad, y es, sin duda, el menos poético de todos los seres creados por Dios (...) Si, por lo tanto, el poeta no tiene ser en sí y yo soy poeta, ¿qué hay de asombroso en que diga que voy a dejar de escribir para siempre? (...) Tal vez ni siquiera ahora estoy hablando por mí mismo, sino desde alguna individualidad en cuya alma vivo en este instante.