28 julio 2016

El barco y el ancla



La forma poética es, a la vez, el barco y el ancla. Significa lo pleno y lo estable, permitiendo una satisfacción simultánea de todo aquello que es centrífugo y centrípeto en la mente y en el cuerpo. Y por estos medios, la obra de Yeats cumple con lo que la poesía necesaria siempre realiza, desciende al fondo de nuestra compasiva naturaleza, sin desconocer lo despiadado que es el universo al que constantemente ella misma está expuesta. La forma del poema en otras palabras, es crucial, pues sin ella, no se logra el efecto que siempre es y será el mérito de la poesía: persuadir a esa parte vulnerable de nuestra conciencia de su rectitud, a pesar de la evidencia del espacio errático que la rodea; recordarnos que somos cazadores y recolectores de valores; que nuestras soledades y angustias deben ser respetadas, pues también ellas representan una confirmación de nuestra existencia como seres humanos.

Seamus Heaney.
En honor de la poesía.
Traducción de Fernando Aristizábal.