21 julio 2016

Milosz. La conspiración del silencio


Espero que me comprendan por escudriñar en la memoria como en una herida. Pero este tema no es diferente a mis meditaciones sobre la palabra realidad, con frecuencia mal utilizada pero siempre merecedora de estima. El lamento de la humanidad, los pactos más infames que los que conocemos por Tucídides, la forma de una hoja de arce, amaneceres y ocasos sobre el océano, y el sistema de causas y efectos (llamados Naturaleza o Historia), apuntan quizá, así lo creo, hacia otra realidad oculta e impenetrable, capaz de ejercer una poderosa atracción en la que habita la fuerza conductora central de todo arte y de toda ciencia. Existen momentos en los que creo descifrar el sentido de las desgracias que afligen a los países de la otra Europa, y este significado no es otro que el de concederles el papel de portadoras de memoria —en un tiempo en el que la Europa, sin adjetivos, y Estados Unidos, la están perdiendo gradualmente de generación en generación. 
Es posible que no exista más memoria que la de las heridas.

Czeslaw Milosz. 
La conspiración del silencio. 
Discurso de recepción del Nobel 1980. 
Traducción de Esperanza Vallejo.