26 julio 2016

Una oscura pradera me convida



Una oscura pradera me convida,
sus manteles estables y ceñidos,
giran en mí, en mi balcón se aduermen.
Dominan su extensión, su indefinida
cúpula de alabastro se recrea.
Sobre las aguas del espejo,
breve la voz en mitad de cien caminos,
mi memoria prepara su sorpresa:
gamo en el cielo, rocío, llamarada.
Sin sentir que me llaman
penetro en la pradera despacioso,
ufano en nuevo laberinto derretido.

Allí se ven, ilustres restos,
cien cabezas, cornetas, mil funciones
abren su cielo, su girasol callando.
Extraña la sorpresa en este cielo,
donde sin querer vuelven pisadas
y suenan las voces en su centro henchido.
Una oscura pradera va pasando.
Entre los dos, viento o fino papel,
el viento, herido viento de esta muerte
mágica, una y despedida.
Un pájaro y otro ya no tiemblan.


Ese espléndido poema de Lezama Lima, opaco e inquietante en sus visionarias premoniciones de la muerte, es uno de los que forman parte de la edición de la poesía completa del maestro que publicará en octubre Sexto Piso
Será una inmejorable manera de conmemorar el cuadragésimo aniversario de la desaparición física de uno de los autores imprescindibles de la poesía en español. 
Su obra inmortal permanece.