29 septiembre 2016

Estación Poesía 8



Se presenta esta tarde a las siete el número 8 de la revista Estación Poesía, que edita el CICUS (Centro de Iniciativas Culturales de la Universidad de Sevilla) y dirige Antonio Rivero Taravillo con la voluntad de recoger textos “de poetas que, pertenecientes a generaciones distintas y estéticas diversas, tienen como denominador común la excelencia.”

En ese número,  que contiene “colaboraciones de algunos de los nombres más consolidados del panorama español e hispanoamericano así como de voces nuevas, en una doble apuesta por la calidad y la variedad”, y cuyo contenido íntegro puede leerse en este enlacepublico este poema:

LOS GUARDIANES DEL HIELO

Soy el guardián del hielo 
José Watanabe

Desde los altos muros de la tarde 
las máscaras del tiempo ya no te reconocen,
ni el mar intransitivo ni el paisaje insumiso
ni el ave sin memoria entre un silencio y otro.

Entre el arma y la herida, entre el pie y la pisada, 
vigilan con antorchas los lagos solitarios 
de los reyes del bosque. 
Son guardianes del hielo.

Guardan en la memoria la piedra de la lluvia 
y en cráteras secretas, el viento del otoño
que aviva el fuego y da cenizas a la tarde.

En el roble sagrado, el fulgor de la savia 
y la luna fecunda que crece en las cosechas 
fermentan los melismas quebrados del paisaje.

Viene una luz sin dueño, una luz que desciende 
lentamente al silencio, 
a un último rumor de copos o cenizas
o repite su imagen 
en los espejos grises de los lagos.

Se despeña esa luz por la boca de un pozo
al filo de la noche, al agua sin camino,
con números enteros, con la vaga nostalgia 
que deposita el día sobre la arena.

Flota sobre el recuerdo, sin nombre ya y sin tiempo,
un sueño de cristal, 
la mansedumbre ciega de la noche 
y esta luz que no pesa
y se posa en las sílabas blancas de las ausencias.

En la llama que tiembla 
contra un terror vacío de cuevas y catástrofes,
aterido yo mismo ante el espanto ahora 
busco un lugar sereno, una lección de calma.