05 junio 2017

El expatriado




El expatriado convalece de una dolencia cuyo nombre no figura en los diccionarios y contra la que no se receta medicina alguna. Su rechazo de cuanto le identificaba toma proporciones alérgicas: la cercanía de sus paisanos le irrita y, en lo posible, huye de su presencia.
En los reinos de taifa. Seix Barral. Barcelona, 1986.



Obligado a desconfiar de la propia lengua, es más, a pensar contra ella, el desafecto se esfuerza, hoy como ayer, en instilar en su ámbito un elemento de subversión – ideológica, narrativa, semántica- que la corrompe y desgasta.
Disidencias,
en Ensayos literarios (1967-1999). Obras completas VI.
Galaxia Gutenberg / Círculo de lectores. Barcelona, 2009.