20 agosto 2017

Perpendicular


Árboles de escenarios y luces heridas
la encrucijada inmóvil reposa para sí
los interiores encerrados al crepúsculo
desfilan por los patios a lo largo de los elevadores
cuando la rosa eléctrica inciensa los espejos
la mujer en silencio pasa por la alfombra vacía
escaleras profusas hacia todos los pisos
en lo más alto de la casa sobre la calle inclinada
los tejados se ponen en plan de filosofar
hay estrellas sutiles para todos los gatos
y buhardillas agachadas bajo los hilos del teléfono.

Por su automatismo psíquico y por su escenografía urbana, ese poema del ultraísta sevillano Rafael Lasso de la Vega (1890-1959) es uno de los más representativos de la amplia antología dadaísta que Pablo Rojas publica en Renacimiento con el título Poetas de la nada.

Huellas de Dadá en España es el subtítulo de este volumen que incorpora muestras significativas de la presencia dadaísta en la poesía española junto con las traducciones de los textos fundacionales y fundamentales de Tzara, Aragon, Breton, Cocteau o Reverdy. 
Un movimiento provocador y efímero sobre cuyos cimientos se levantaría la altura decisiva del superrealismo a partir de 1923.