Que levante mi mano quien crea en la telequinesis
Ahora
ya sé que no existe la más mínima posibilidad de que América se convierta en
humanista y razonable. Ello se debe a que el poder nos corrompe y a que el
poder absoluto nos corrompe por completo. Los seres humanos son chimpancés
borrachos de poder. Yo mismo he experimentado esa intoxicación: llegué a cabo
en el ejército.
Al decir que
nuestros líderes son chimpancés embriagados por el poder, ¿acaso me arriesgo a
minar la moral de esos hombres y esas mujeres que combaten y mueren en Oriente
Medio? Su moral, como muchos de nuestros cuerpos, ya está hecha añicos. Se les
trata, a diferencia de a mí, como los juguetes que le caen a un niño rico por
Navidad.
Pero dejadme decir
algo:
Por corruptos y
codiciosos que puedan llegar a ser el Gobierno y las grandes empresas y los
medios de comunicación y Wall Street y las organizaciones religiosas y
caritativas, la música siempre será maravillosamente perfecta.
Kurt Vonnegut.
Que
levante mi mano quien crea en la telequinesis.
Traducción de Ramón
de España.
Malpaso. Barcelona, 2014
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