28 agosto 2017

Que levante mi mano quien crea en la telequinesis


Ahora ya sé que no existe la más mínima posibilidad de que América se convierta en humanista y razonable. Ello se debe a que el poder nos corrompe y a que el poder absoluto nos corrompe por completo. Los seres humanos son chimpancés borrachos de poder. Yo mismo he experimentado esa intoxicación: llegué a cabo en el ejército.
Al decir que nuestros líderes son chimpancés embriagados por el poder, ¿acaso me arriesgo a minar la moral de esos hombres y esas mujeres que combaten y mueren en Oriente Medio? Su moral, como muchos de nuestros cuerpos, ya está hecha añicos. Se les trata, a diferencia de a mí, como los juguetes que le caen a un niño rico por Navidad.
Pero dejadme decir algo:
Por corruptos y codiciosos que puedan llegar a ser el Gobierno y las grandes empresas y los medios de comunicación y Wall Street y las organizaciones religiosas y caritativas, la música siempre será maravillosamente perfecta.

Kurt Vonnegut. 
Que levante mi mano quien crea en la telequinesis.
Traducción de Ramón de España.
Malpaso. Barcelona, 2014