02 abril 2018

Javier Sánchez Menéndez. De cuna y sepultura




Con un homenaje a Quevedo en su título encabeza Javier Sánchez Menéndez De cuna y sepultura, el sexto de los diez libros que componen el ciclo de su obra en marcha Fábula.
En sus breves textos en prosa se posan el ángel de luz rilkeano y el pájaro solitario de San Juan de la Cruz como imágenes que funden la existencia y la poesía, la palabra y el tiempo.
Con Parra, Rosales, Eliot, Pound, Rilke o Claudio Rodríguez al fondo, poetas que hicieron de la palabra una forma de conocimiento y de la poesía un método de indagación en la realidad, De cuna y sepultura explora “lo oculto y lo visible, idea fundamental de la poesía” y defiende la idea de que “el poeta es un apóstol, un propagador del misterio.”
Desde el centro de un jardín con laberinto, Sánchez Menéndez convoca en estas páginas las presencias de Platón, Machado, Dante, Leopardi o Juan Ramón, que buscaron en su obra el punto de unión entre la poesía y la verdad y reflexiona sobre lo inefable de la creación poética: “Corregir, acabar, estar inseguro. El verso que no sale, el poema inacabado y un ente que nunca puede decirse ni pensarse. Es la poesía. La única verdad, la vía, el desconcierto. (…) Me escondo. Tengo mucho miedo a la poesía.”