Goethe y la envidia
La envidia no puede poetizar, pues para la poesía se requiere libertad o
«franqueza», tal como leemos en el Diván. Pero la «franqueza» y la envidia no se
excluyen. La envidia es vida oprimida y la poesía es vida incrementada. La
poesía es expresión de instantes fuertes y refresca los espíritus de la vida,
también en el dolor y la tristeza, en cuanto da sonido y forma. La poesía es
como la vida, sin meta ni fin, girando en torno a sí misma: «Tu canción gira
como la cúpula estelar, principio y fin siempre están en igual lugar».
Rüdiger Safranski.
Goethe. La vida como obra de arte.
Traducción del alemán de Raúl Gabás.
Tusquets. Barcelona, 2015.
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