08 octubre 2018

Los monstruos de Villa Diodati


Se cumplen este año los doscientos de la publicación de Frankenstein o El moderno Prometeo, el libro con el que Mary Shelley fundó un mito cuya repercusión no imaginaban quienes asistieron a su gestación aquella noche tormentosa del 15 de junio de 1816, el año sin verano, en Villa Diodati, la mansión suiza de Lord Byron en las orillas del lago Leman, donde el anfitrión, Mary Shelley, Percy B. Selley y Polidori compitieron inventando historias de fantasmas.
Para conmemorar el bicentenario del libro, que se editó en 1818, Reino de Cordelia publica Los Monstruos de Villa Diodati, de Ricard Ruiz Garzón, un homenaje a la figura de Mary Shelley que revisita el mito de Frankenstein y rastrea su influencia en la literatura y el cine. 
Así explica el autor su propósito: “este libro es una reivindicación de Mary Shelley, la para muchos pionera de la ciencia ficción que con solo dieciocho años creó una obra inmortal y un mito de huella indeleble.”
"Aquí -escribe Ricard Ruiz Garzón en la Introducción- se hablará sin tapujos del Monstruo, de los monstruos y de la monstruosidad. Es cierto que Mary Shelley tilda sobre todo a su ser de «criatura» y de «demonio», y que el término «monstruo» no aparece en Frankenstein ni media docena de veces. Pero también es cierto que gracias a James Whale, a Boris Karloff y al cine posterior el imaginario popular llama Frankenstein a dicho personaje cuando este es solo el nombre de su creador, Victor Frankenstein.”
El abundantísimo material gráfico que incorpora este espléndido acercamiento subraya plásticamente el contenido textual del libro, así como el subtítulo del volumen, Los espejos de Frankenstein, revela la importancia de esa multiplicación en espejos que reflejan la imagen del mito. Esta es una de las más conocidas: