27 noviembre 2018

María Sanz. Persistencia



Cuatro cuadros de René Magritte, dos de Max Ernst y un grupo escultórico de Camille Claudel son los referentes de las siete partes en las que María Sanz organiza su libro Persistencia, que publica la Diputación de Salamanca precedido de un prólogo en el que Carlos Aganzo sitúa sus poemas en una “búsqueda que se debate entre el amor y el desamor, la memoria y la desmemoria, el silencio y el aluvión de palabras, el vacío y la más desasosegante plenitud del ser...” 

A su segunda parte (La añoranza. René Magritte) pertenece este poema que en la Adenda se traduce a dieciocho idiomas:

Aquí yacen los labios 
que fueron un deseo 
bifurcando destinos 
sin más implicaciones. 

Palabra de retorno, 
necesidad doliente 
de ser al otro lado 
del silencio más frío. 

La razón se contagia 
por hablar contra todo 
lo que una vez fue historia 
y llega a sentimiento, 
a esos labios ocultos 
para el bien y el castigo. 

Aquí mueren las llamas 
que ataron impaciencias, 
desnudeces, temblores, 
mientras nadie sabía 
de su vana cordura. 

Palabra sin regreso, 
maldición declamada 
por los cielos carnales, 
allegro penitente.