14 febrero 2019

Insoportable hartazgo

Insoportable hartazgo.
Hasta las narices ya de quienes ejercen de comisarios políticos en las redes invadiendo los muros ajenos con sus añejos argumentarios de cartón piedra postbolchevique. 
No se enteran de nada, ni siquiera de que ya pasó el tiempo de los matones estalinistas. Esa gente a la que invocan tanto ya ha empezado a darles la espalda a estos fantasmas ensimismados, a estos zombies desorientados y prepotentes de una izquierda anacrónica y dogmática, anclada en un antifranquismo más rancio aún que ese neofranquismo que agitan como un espantajo para niños cobardes.
Estos muertos vivientes siguen por aquí, desquiciados estos días como ursulinas histéricas ante quienes rompen la fila, y van de sobrados oficiando la liturgia de sus consignas sectarias mientras disfrazan de coherencia ideológica la defensa de sus espurios intereses personales.  
Y así les va, mejor que como les va a ir. Porque ya sólo se engañan a sí mismos. Y no siempre, sólo en momentos de poca lucidez, los más frecuentes entre esta despreciable casta de ignorantes.
Lo dicho, hartazgo insoportable.