03 abril 2020

Trazos de Atilano Sevillano


“Libro arriesgado, de repentes y subterráneas corrientes, estos policromados trazos develan -cual signatura manuscrita- la inquieta psicología de un autor fascinado por la vida y la belleza del mundo”, escribe José Antonio Olmedo López-Amor en el prólogo de Trazos. Haikus y otros poemas breves, el reciente libro de Atilano Sevillano. 

Los susurros amorosos y existenciales de los tankas; los instantes sensoriales de los haikus en la naturaleza cambiante y sucesiva de cuatro estaciones -de la flor del cerezo a la canícula, del viento de otoño a la nieve invernal- y el rumor irónico o meditativo de los senryus articulan las tres partes del libro, sus tres secciones, presentadas por sendas pinturas del alma de Miguel Elías Sánchez. 

Estos poemas breves de estirpe oriental transitan las sendas que fundó Bashô y que en la lengua española siguieron nombres tan relevantes como Borges o Paz.

Se cifra en todos estos versos la levedad de la sensación, la fugacidad del instante, el destello de la emoción, la mirada que el poeta proyecta en la realidad y nos devuelve hecha palabra ligera y sutil:

Qué vulnerable 
la mano del poeta 
cuando no escribe.