10 abril 2021

José Luis Morante. Ahora que es tarde

 

 
'Poesía y reflexión' titula Antonio Jiménez Millán el prólogo que abre Ahora que es tarde, la antología poética de José Luis Morante que publica La Garúa.

Ese equilibrio entre escritura y meditación, entre sentimiento y palabra resume ejemplarmente una trayectoria poética que inició en 1990 Rotonda con estatuas. Y en ese cruce de poesía y reflexión la conciencia del tiempo va tomando un peso cada vez mayor y dejando su línea de sombra en los poemas de José Luis Morante, que cierra este balance con un puñado de inéditos de un libro en preparación, Nadar en seco, al que pertenece el rememorativo En clave autobiográfica, que cierra la selección y termina con estos versos:

Crece el silencio en mí,
la nada vuelve.
 
El tiempo es la frontera
en mi mapa menguante.
A la luz del ocaso
ya no quedan tareas perentorias.
El futuro es de otros.

“La evolución del sujeto poético y la presencia de la otredad, los enlaces con la tradición literaria (y cultural, se podría decir) y, finalmente, la importancia de la metáfora del viaje” son los tres ejes de la poesía de José Luis Morante que aborda Jiménez Millán en su prólogo.

Tres claves de una larga navegación poética, tres coordenadas que orientan una trayectoria vital hacia la sombra, hacia el vacío del final de otro espléndido inédito, El muro:

Con despojos salobres
sedimenta el desierto
al otro lado.
Voy con él.
Abrazaré mañana su vacío.


Mirada y memoria sostienen una identidad poética que se vertebra sobre una sostenida voluntad afirmativa: afirmación del amor y de la búsqueda de sentido que es el motor de esa mirada al mundo que unifica -siempre reacia al desaliento- los poemas de José Luis Morante.

La contención expresiva, la cuidada dicción en la que siempre se oye latir la verdad de un hombre que se mira al espejo cara a cara y sin máscaras, son atributos esenciales de una poesía que combina experiencia y conocimiento, una poesía en la que el poema es el mapa que resume la exploración del mundo y de la conciencia, el ámbito que fija la noción de lugar sobre la que se construye la propia identidad, el cuaderno de bitácora de un viaje por mares no siempre inhóspitos, el hilo de Ariadna que nos rescata del laberinto.

‘Equipaje’, un poema de Largo recorrido, resume muchas de las características esenciales de esta poesía, cercana, intensa y necesaria:

Estas palabras son el equipaje,
el reclamo de una falsa grandeza,
de un terco deambular que viaja solo
en el vientre de un tren equivocado.
Y recelan mirar por la ventana
porque guardan su ayer en la retina
y saben que si cruzan el cristal 
verán muy diferente orografía.
Fueron la intrepidez que se desplaza
a dominios ignotos del planeta.
Dejó el regreso abiertas cicatrices,
hechas de laberintos y distancias,
que otros celebrarán desde el asombro.
Mi desamparo arrojará al silencio
que fue cada estación una renuncia,
un paso dado hacia ninguna parte.