24 julio 2021

Jesús María Gómez. Las erratas de la existencia

 


Ser consciente de los grilletes, del ahogo que atenaza
las cuerdas vocales. Desde la ventanilla de los días,
los mismos andenes, todos esos rostros petrificados
que te hacen daño, que repiten tu nombre una y otra vez
como imágenes que rebotan en un laberinto de espejos.
Pronto te costará reconocerte más allá de la mancha gris,
la Náusea seguirá encaneciendo los sentidos,
dejando al descubierto las erratas de la existencia.


Del final de ese texto toma su título el último libro de Jesús María Gómez Flores, Las erratas de la existencia, que publica Sial Pigmalión.

El desasosiego y el dolorido sentir ante las pérdidas y el vacío se desbocan en Las erratas de la existencia en versos largos que expresan la conciencia de la fragilidad en un mundo opaco, la incertidumbre ante la destructiva herrumbre del tiempo en medio de las tinieblas de la desolación y las pesadillas, la oscuridad y el óxido.

Porque este es un libro duro y desolado ante el tiempo y sus destrucciones, organizado en seis partes encabezadas por citas significativas de Sartre, Kafka o Camus y rematadas cada una de ellas por breves e intensos textos reflexivos en prosa.

Un libro que refleja una honda desazón existencial que se proyecta incluso en la actividad profesional del autor, en la reflexión sobre la escritura, la enfermedad y la muerte. El dolor, la soledad y la noche atraviesan estas páginas con la conciencia de la fugacidad y el naufragio, desde el silencio y las dudas ante las preguntas últimas.

A su parte final pertenece este poema:

Se están marchando.
Los que nos hicieron como somos.
Calladamente van partiendo, sin apenas ruido.
Ellos, que sembraron de certezas la tierra que pisamos.