07 febrero 2022

Sobras de pan


 EL HORNO
                                  A mi madre

Como quien se arrodilla
a la entrada de un templo, me he postrado 
ante la arquitectura ya vencida
de adobes de este horno.

Esgrime el abandono en torno a él 
lagartos y piteras y un higuerón da al aire 
una aspereza inhóspita.

Sobre su boca ungida
de hollines aún se advierte 
como un relieve se hunde 
de cruces en la cal.

Labró la gratitud, la mano humilde,
aquellos signos que no ha borrado el tiempo, 
que en la extrañeza de este desamparo
han abierto en un oro de inesperado amor.

Igual que tú, ante ellos
también me he persignado, madre, 
con idéntica fe aguardaré aquel pan.

Con ese poema se abre Sobras de pan, el libro con el que Reinaldo Jiménez obtuvo el V Premio Internacional de Poesía  Jorge Manrique. Lo publica Cálamo en su admirable colección de poesía.

Presidido por una significativa cita de Juan Ramón Jiménez -“Los dioses no tuvieron más sustancia / que la que tengo yo. Yo tengo, como ellos, / la sustancia de todo lo vivido / y de todo lo por vivir”-, la intensidad lírica y la hondura meditativa, la sencillez expresiva y la potencia emocional son algunas de las virtudes de un libro que recupera por medio de la palabra y la mirada a la naturaleza la memoria elemental e íntima sobre la que se sustenta la identidad personal.

En ese sostenido equilibrio entre el voltaje emocional y la claridad verbal discurren estos poemas que, más allá de la mera evocación, convocan el aquí y el ahora de la naturaleza humilde del árbol, el pájaro o la fuente con la celebración del nombrar, porque “en este sucederse, ayer / es siempre.”

Con versos como estos, que son una celebración de la palabra cuidada y de la emoción de la poesía verdadera, llega hoy a las librerías:

Labro esta tierra como quien escribe 
algo que de sencillo
no puede comprenderse.