PSC: Historia de una traición
El PSC ha sido, por pasiva o, la mayoría de las veces, por activa, la utilísima y dócil muleta en la que se ha apoyado el nacionalseparatismo en su ascensión hasta la división de la sociedad catalana en dos mitades.
Pude vivirlo en primera persona a lo largo de las dos décadas en las que milité en ese partido, de manera especialmente intensa cuando trabajé en el aparato del mismo. En mi calidad de responsable de seguimiento y análisis político o como responsable de actos de campaña, así como en la función de coordinador de formación, pude tratar a muchos de los protagonistas que tienen un papel destacado en esta historia. No pocos de ellos han pasado ya a eso que la CUP denominó la papelera de la historia; algunos, sin embargo, mantienen un destacadísimo papel en la política actual.
Son los responsables de una traición múltiple, de la que ya es hora de ocuparse a fondo. Traición, en primer lugar, a sus votantes, que creyeron estar votando socialismo cuando, en realidad, lo que hacían era votar a unos cómplices de Pujol; traición al partido que les pagaba la fiesta, el PSOE, del que siempre se mantuvieron distantes, críticos y con un mohín de disgusto al considerarlo vulgar y sin calado intelectual; traición a esa Cataluña moderna a la que decían defender y a la que sólo supieron ofrecerle una versión 2.0 del nacionalismo, eso que se ha dado en llamar maragallismo y que merecerá en su momento el oportuno análisis.
Traición a todo e incluso entre ellos, puesto que la historia interna del socialismo catalán, desde su minuto cero, es una serie de puñaladas por la espalda, en ocasiones por motivos ideológicos, pero también no pocas veces por fobias, por caprichos, por mezquindades.
[...]
Y por si algún censor de la moral política se escandaliza ante lo que se dice en estas páginas, le ruego que recuerde el viejo consejo del clásico: arrojar la cara importa, que al espejo no hay por qué.
Pude vivirlo en primera persona a lo largo de las dos décadas en las que milité en ese partido, de manera especialmente intensa cuando trabajé en el aparato del mismo. En mi calidad de responsable de seguimiento y análisis político o como responsable de actos de campaña, así como en la función de coordinador de formación, pude tratar a muchos de los protagonistas que tienen un papel destacado en esta historia. No pocos de ellos han pasado ya a eso que la CUP denominó la papelera de la historia; algunos, sin embargo, mantienen un destacadísimo papel en la política actual.
Son los responsables de una traición múltiple, de la que ya es hora de ocuparse a fondo. Traición, en primer lugar, a sus votantes, que creyeron estar votando socialismo cuando, en realidad, lo que hacían era votar a unos cómplices de Pujol; traición al partido que les pagaba la fiesta, el PSOE, del que siempre se mantuvieron distantes, críticos y con un mohín de disgusto al considerarlo vulgar y sin calado intelectual; traición a esa Cataluña moderna a la que decían defender y a la que sólo supieron ofrecerle una versión 2.0 del nacionalismo, eso que se ha dado en llamar maragallismo y que merecerá en su momento el oportuno análisis.
Traición a todo e incluso entre ellos, puesto que la historia interna del socialismo catalán, desde su minuto cero, es una serie de puñaladas por la espalda, en ocasiones por motivos ideológicos, pero también no pocas veces por fobias, por caprichos, por mezquindades.
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Y por si algún censor de la moral política se escandaliza ante lo que se dice en estas páginas, le ruego que recuerde el viejo consejo del clásico: arrojar la cara importa, que al espejo no hay por qué.
Miquel Giménez.
PSC: Historia de una traición.
PSC: Historia de una traición.
La gran estafa a los votantes de izquierdas.
Deusto. Barcelona, 2020.
Deusto. Barcelona, 2020.
posted by Santos Domínguez Ramos at 08:00
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