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17 agosto 2023

Vargas Llosa. El fuego de la imaginación






 ¿Está la civilización del libro condenada a perecer? Cada vez oigo a más Casandras anunciarlo. Y, técnicamente, parece posible. Todo el conocimiento científico, técnico y humanístico preservado hoy en bibliotecas estará más seguro una vez que sea totalmente trasladado a las computadoras, donde ya se halla buena parte de él. Y éstas serán, en el futuro, de eso no hay duda, el vehículo primero para producirlo, almacenarlo y transmitirlo. Pantallas, parlantes, auriculares sustituirán, y con creces, la que fue la función del papel. Ni más ni menos que como éste reemplazó al pergamino medieval y éste al papiro egipcio y éste a la tablilla babilónica.
No pienso ponerme a llorar. Acepto la hipótesis de que el proceso acarreará ventajas considerables en términos de educación colectiva, comunicaciones, información, desarrollo de la tecnología y los experimentos científicos. Eso sí, me intriga la suerte de la literatura en medio de estas mudanzas. ¿Sobrevivirá, en la era audiovisual? Seguramente sí. Pero cada vez como una cultura más al margen de la principal, la que concentre la atención, la dedicación y la diversión del mayor número, algo que está ocurriendo ya en la mayoría de los países considerados cultos. En contrapartida, será tal vez más personal y más libre.

Mario Vargas Llosa.
“El paraíso de los libros”, 
en El fuego de la imaginación: 
Libros, escenarios, pantallas y museos.
Alfaguara. Barcelona, 2022.