Garrote vil
Isidro Mompart Prats, de 22 años, fue ejecutado por garrote vil el 16 de enero de 1892 en el patio de los Corders de la calle Amàlia de Barcelona, tras ser condenado por el asesinato de dos niñas y por robo. Meses después sería ejecutado el anarquista que tiró la bomba del Liceu.
Esa magnífica foto de Esplugas, que recogía el momento de la ejecución, es una de las cuatrocientas imágenes reproducidas en el volumen España a través de la fotografía (1839-2010) que acaba de publicar Taurus.
Un recorrido intrahistórico por los últimos 170 años que se inicia con los primeros daguerrotipos que se realizaron en España, en noviembre de 1839, pocos meses después de que Daguerre hiciera público su invento: el primero, del 10 de noviembre en Barcelona, no se conserva, pero sí el que se hizo el 18 de noviembre del Palacio Real de Madrid desde la margen derecha del Manzanares.
En las cuatrocientas fotografías de este volumen se contiene la memoria visual de España y de su evolución: desde la imagen pintoresca que vieron los viajeros románticos de la primera mitad del XIX, hasta ayer mismo, con la caravana que celebraba el Mundial de fútbol en 2010 por las calles de Madrid, pasando por el reinado de Isabel II, la Primera República y la Restauración, el desastre del 98, la Segunda República y la guerra civil, la posguerra bajo la dictadura franquista o la transición a la democracia.
Está aquí la España lamentable que convocaba multitudes alrededor de un cadalso en el que se iba a dar garrote a un delincuente de 22 años en un espectáculo público ejemplarizante del que no se privaba a los niños; la España pintoresca y atrasada de los pueblos y la evolución de las ciudades, de su paisaje y su paisanaje.
La selección de imágenes va precedida de dos artículos monográficos en los que Jordi Canal analiza la relación entre historia y fotografía y Alejandro Castellote aborda la creación de un imaginario visual sobre la evolución paralela de España y de la fotografía, sobre su potencia documental a través de una muestra en la que están representados los más destacados fotógrafos españoles como Alfonso, César Lucas, Cristina García Rodero, Jordi Socias, Oriol Maspons o Ramón Masats.
Por su importancia documental o por su valor artístico, sus obras han contribuido a crear un rico patrimonio histórico y artístico, indispensable ya para conocer la sociedad, la historia y la cultura contemporáneas.
Y una parte muy representativa de esa espectacular riqueza patrimonial está magníficamente reproducida en las páginas de este volumen espléndidamente editado en el que se contienen las claves sociales e históricas del pasado reciente.
Porque, como decía Susan Sontag y recuerda Jordi Canal en su prólogo, “coleccionar fotografías es coleccionar el mundo.”
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