Cuatro cuartetos. Un fragmento
Desciende la paloma y el aire traspasa
con llamas de terror incandescente
convertido en las lenguas que proclaman
del error y el pecado el perdón para siempre.
Si no miseria, queda la esperanza
de poder elegir la pira o bien la pira
que del fuego por el fuego redima.
¿Quién concibió pues el tormento? El Amor.
El amor es el Nombre más siniestro
escondido en las manos que bordaron
la insoportable camisa de fuego
que las fuerzas humanas no quitaron.
Tan solo suspiramos, tan solo vivimos
por fuego y por el fuego consumidos.
Así suena en español el cuarto movimiento de Little Gidding, el último de los Cuatro cuartetos de T.S. Eliot.
La traducción de Andreu Jaume, que acaba de llegar a las librerías, forma parte de su edición bilingüe en Lumen de los Cuatro cuartetos.
Una edición que además de abrirse con un espléndido prólogo -'El verano cero'- cuenta con un importante aparato de notas colocadas al final para que no perturben la lectura de los textos.
Notas como esta, referida a ese poema: “Eliot consideraba esta parte la mejor en toda la secuencia de los Cuatro cuartetos y ciertamente hay en el conjunto un equilibrio, una precisión y una belleza prosódica que convierte cualquier traducción en un fracaso. De todos modos, he intentado salvar algo de la música original sin traicionar el sentido del poema.
Completan el volumen dos piezas teatrales, los coros de La roca y Asesinato en la catedral, en los que Eliot encontró una nueva tonalidad poética, una nueva voz que moduló y llevó a su punto culminante con los Cuatro cuartetos.
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