14 noviembre 2016

Ronsard. Soneto a Helena



Sonnet à Hélène

Quand vous serez bien vieille, au soir, à la chandelle,
Assise auprès du feu, devidant et filant,
Direz, chantant mes vers, en vous esmerveillant:
Ronsard me celebroit du temps que j'estois belle.

Lors vous n'aurez servante oyant telle nouvelle,
Desja sous le labeur à demy sommeillant,
Qui, au bruit de mon nom ne s'aille resveillant,
Benissant vostre nom de louange inmortelle.

Je seray sous la terre, et, fantôme sans os,
Par les ombres myrteux je prendray mon repos.
Vous serez au fouyer une vieille accroupie,

Regrettant mon amour et vostre fier desdain.
Vivez, si m'en croyez, n'attendez à demain:
Cueillez dés aujourd’huy les roses de la vie.


Soneto a Helena

Cuando seáis muy vieja y estéis, de noche, hilando 
a la luz de una mecha, a la lumbre sentada,
al entonar mis versos, diréis, maravillada:
mis años de hermosura fue Ronsard encumbrando. 

No habrá entonces sirvienta, que esa nueva escuchando, 
por más que en su tarea ya casi adormilada, 
al eco de mi nombre no vaya, espabilada, 
con inmortal encomio el vuestro agasajando.

Yo estaré bajo tierra, por un camino umbroso 
de mirtos mi fantasma buscará su  reposo.
Seréis vos una vieja, cabe el lar encogida;

penaréis por mi amor y vuestro genio esquivo.
Vivid sin más demora, atended mi motivo. 
Cortad sin más tardanza las rosas de la vida.


Ese soneto de Ronsard, el XLIII de su último libro, el cancionero Los amores de Helena (1578), es seguramente el más conocido de los que escribió el mejor poeta francés del Renacimiento.

Escrito originalmente en alejandrinos, el metro que se impuso en el soneto francés al endecasílabo italiano, forma parte de la antología bilingüe de la obra poética de Pierre de Ronsard que con el título Sonetos ha preparado María Teresa Gallego Urrutia para Hermida Editores y que hoy llega a las librerías.

Además de los cuarenta primeros sonetos del Primer Libro de los Amores, que dedicó a Casandra, contiene una amplia muestra de su poesía y un apéndice con los comentarios que el humanista Marc Antoine de Muret, escribió a petición del propio Ronsard para explicar las alusiones mitológicas y los neologismos que aparecen en los poemas. 


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