El carnaval de las coplas
Ahora que ya ha entrado febrero con sus sesiones preliminares en el Falla, Izana Editores publica El carnaval de las coplas, un arte de Cádiz, de María Luisa Páramo.
Un voluminoso y ameno estudio que es el resultado de su tesis doctoral en Ciencias de la Información y que sitúa estas coplas en el contexto festivo del carnaval gaditano con sus peculiaridades inimitables en el terreno lingüístico, marcado por el carácter atlántico y portuario de la ciudad, y en el ámbito musical, vinculado a los cantes de ida y vuelta.
Sus páginas ofrecen un recorrido pormenonizado por su evolución histórica y sus escenarios: el Gran Teatro Falla para el concurso oficial de agrupaciones carnavalescas y el ámbito urbano para el lunes de carnaval y el carrusel de coros en la plaza de la Libertad o para las callejeras, las llamadas ilegales, porque “en el seno del Carnaval de Cádiz se produce una manifestación festiva que posee la entidad de género artístico literario y escénico, generalmente con base musical, diversificada en dos variantes, la oficial o de concurso y la callejera o ilegal. Es el carnaval de las coplas.”
Desde la chirigota a la comparsa, desde el coro al cuarteto, El carnaval de las coplas ofrece una descripción de las agrupaciones y sus tipos, de los tipos de coplas –tangos, cuplés y pasodobles-, de su temática burlesca o crítica, de sus recursos humorísticos y paródicos.
Junto con la descripción por las peculiaridades del habla de Cádiz y de la transmisión de las coplas, están recogidas en este análisis las claves culturales y artísticas del carnaval pautado y oficial del concurso y de las manifestaciones espontáneas de las callejeras.
Y a lo largo de todo el libro, a través de casi cuatrocientas coplas, una mirada a los nombres que, desde la época de los duros antiguos o el tren botijo, han dado su forma actual a este subgénero teatral en todas sus variantes: desde El tío de la tiza, Paco Alba, Cañamaque o Fletilla hasta Selu y Yuyu, pasando por Juan Carlos Aragón y Antonio Martínez Ares, los hermanos Carapapa y Julio Pardo, Ángel Subiela y Manolín Gálvez, Enrique Villegas y Antonio Martín, Antonio Rivas o Faly Pastrana y Nandi Migueles o Quico Zamora.
Porque estos días vuelven por el Puente Canal los poetas del taratachín y el tanguillo que huele a febrero. Tanguillo que viene y va como las olas de La Caleta. A su ritmo se bambolean las barquillas en las pleamares.
<< Home