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12 abril 2018

La Poesía completa de Aleixandre, en Turia


En la sección La Torre de Babel del último número (125-126) de la revista Turia  firmo esta reseña de la Poesía completa de Vicente Aleixandre en Lumen:




UN MONUMENTO POÉTICO

Vicente Aleixandre.
Poesía completa.
Edición de Alejandro Sanz.
Lumen. Barcelona, 2017.

“En pocos poetas de la generación del 27 como en Vicente Aleixandre se percibe una evolución tan sólida y ejemplar, tan consecuente y fértil, tan alumbradora”, escribe Alejandro Sanz en el prólogo –‘Vicente Aleixandre, el gran poeta del amor’- de su muy cuidada edición de la Poesía completa de Vicente Aleixandre que publica la editorial Lumen.

“No hay más que un poema verdadero: el de la inminente comunicación”, escribió Vicente Aleixandre en 1950, en un momento decisivo de la poesía española de posguerra. Y esa concepción de la poesía como comunicación recorre con distintos matices todo su universo poético: comunicación con la naturaleza, el amor y la muerte en su primera etapa, la que va desde Ámbito hasta Sombra del paraíso; con los hombres en la segunda, la de Historia del corazón o En un vasto dominio; consigo mismo por fin en la tercera, la de Poemas de la consumación y Diálogos del conocimiento.

Tres etapas de un camino hacia la luz desde la angustia de la sombra en un intenso itinerario que arranca con la poesía pura de Ámbito (“Vinieras y te fueras dulcemente...”) y se abisma en el superrealismo abisal y angustiado de los poemas en prosa de Pasión de la tierra (“Me ahogo. El mundo se está derrumbando cuesta abajo”) para llegar a la revelación fulgurante de dos libros visionarios y potentes en su cosmovisión amorosa: Espadas como labios y La destrucción o el amor, en los que se funda el panteísmo cósmico y erótico de la poesía de Aleixandre:

Pájaro de la dicha,
azul pájaro o pluma,
sobre un sordo rumor de fieras solitarias,
del amor o castigo contra los troncos estériles,
frente al mar remotísimo que como la luz se retira.

Esa zona vertebral del mundo poético de Aleixandre, en la que se produce la fusión gozosa con la naturaleza, persiste matizada por la nostalgia rehumanizadora en Sombra del paraíso, el libro que con Hijos de la ira de Dámaso Alonso marcó un giro decisivo en el panorama poético de la posguerra:

Sí, poeta; arroja este libro que pretende encerrar en sus páginas un destello del sol,
y mira a la luz cara a cara, apoyada la cabeza en la roca,
mientras tus pies remotísimos sienten el beso postrero del poniente
y tus manos alzadas tocan dulce la luna,
y tu cabellera colgante deja estela en los astros.

De ahí a su segunda etapa, con la estación intermedia de Nacimiento último, había solo un paso, el de la claridad y la sencillez expresiva, el del calor humano de Historia del corazón y En un vasto dominio:

Para todos escribo. Para los que no me leen sobre todo escribo. Uno a uno, y la muchedumbre. Y para los pechos y para las bocas y para los oídos donde, sin oírme,
está mi palabra.

“Conocer, penetrar, indagar: una pasión que dura lo que la vida”, dejó escrito en Historia del corazón. Y esa idea de la escritura como búsqueda de conocimiento explica el repliegue meditativo de Poemas de la consumación y Diálogos del conocimiento, que con su densidad metafísica alimentan el asombroso fulgor último del ciclo de senectud de Aleixandre, sin duda uno de los momentos más altos e intensos de su obra y de su viaje hacia la luz:

¡Cuántos fuegos alegres en la noche!
Besad, amantes, con la luz los labios.
Besad la luz y fluya en ella un seno.
Oh la carne que llega. Las estrellas
suspiran si besadas, mas no hay lágrimas,
sino un cielo en desvelo. Todo expresa
una verdad tangible: una materia,
o es un rayo de luz que yo aprisiono.
Ceñirte es darte amor, mundo otorgado.
Mundo que casi rueda entre mis brazos.
Como un beso, el espacio, y, ahora ardido,
queda en estrellas como su memoria.

Porque esos dos libros finales dan un nuevo giro conceptual a la obra de Aleixandre y completan el círculo de su escritura en un proceso de depuración ejemplar de su inconfundible mundo poético, con versos tan memorables como estos de ‘El olvido’, el texto que cierra los Poemas de la consumación:

No es tu final como una copa vana
que hay que apurar. Arroja el casco, y muere.

Por eso lentamente levantas en tu mano
un brillo o su mención, y arden tus dedos,
como una nieve súbita.
Está y no estuvo, pero estuvo y calla.
El frío quema y en tus ojos nace
su memoria. Recordar es obsceno,
peor: es triste. Olvidar es morir.

Con dignidad murió. Su sombra cruza.

Unos versos esenciales que dan la medida del hombre y del poeta Vicente Aleixandre, porque, como explica Alejandro Sanz, el responsable de la edición, “toda su lírica es, haciendo uso de una expresión suya muy conocida, una aspiración a la luz, pero una aspiración, habría que matizar, desde el amor a la naturaleza y al hombre, en sus dimensiones cósmicas y humanas, y una exaltación plena de la libertad y la dignidad.”

Además de los libros que aparecieron en vida del poeta, esta edición incorpora En gran noche, la antología de sus últimos poemas que preparó Carlos Bousoño en 1991; los versos de juventud de Álbum; un buen número de poemas sueltos y de circunstancias en los apartados Poemas varios I y II, y “una singular y destacada selección de poemas inéditos, que hay que situar como pertenecientes a la época de Mundo a solas”, según explica Alejandro Sanz, que con buen criterio ha incluido en un apéndice las notas previas que Aleixandre redactó para la antología Mis páginas mejores.

Aleixandre, uno de los poetas imprescindibles del siglo XX, fue también uno de los poetas más visitados literalmente y durante medio siglo, desde los años 30 hasta su muerte, por las sucesivas generaciones de poetas -de Miguel Hernández a Antonio Colinas- en quienes influyó de manera decisiva desde su casa de Velintonia 3.

Cuando acaban de cumplirse cuarenta años de la concesión del Premio Nobel a Vicente Aleixandre, la publicación de este volumen con su Poesía completa seguirá haciendo del autor de Sombra del paraíso un poeta visitado. Ahora ya en sentido figurado, en la nueva casa que es esta edición monumental de su poesía.


Así lo resume Alejandro Sanz: “Espero que la edición de esta Poesía completa descubra muchos nuevos lectores y propague con dignidad y justicia su voz, en correspondencia al amor que tan generosamente nos fue entregando a través de sus versos, que viven y vibran ahora, de nuevo, en estas páginas que aunque no pretendan encerrar un destello de sol, a nuestros ojos son la luz y la vida misma, de un hombre que amó."