El Jabato
Esa es la portada del primer Almanaque de El Jabato, para la Navidad de 1960. Hacía poco más de dos años que había aparecido -el 20 de octubre de 1958- el primer cuadernillo de una serie que se seguiría publicando hasta enero de 1966.
Dos años después de la aparición del Capitán Trueno, ambientada en la época de las Cruzadas y dibujada por Ambrós, para duplicar el éxito, la editorial Bruguera le encarga al mismo guionista, Víctor Mora, una de romanos, ambientada poco después de la muerte de Cristo y centrada en el personaje de un campesino ibero cautivo de Roma, convertido en esclavo y formado para ser gladiador. Prófugo y sublevado como Espartaco, alzado frente a la injusticia y la opresión imperial, defensor de los cristianos, el esquema compositivo de las aventuras del Jabato y su línea iconográfica, dibujada por Francisco Darnís, eran muy similares a las del Capitán Trueno: si allí Sigrid, Goliath y Crispín acompañaban a Trueno, aquí ese papel lo cumplen Claudia, Taurus y Fideo de Mileto.
La influencia del cine sobre el guión, el dinámico ritmo narrativo y el enfoque gráfico de la serie no debe extrañar si se tiene en cuenta su inspiración en el género cinematográfico del peplum y en películas como Quo vadis? o La túnica sagrada.
Para celebrar el 60 aniversario del personaje, Bruguera edita un volumen que recoge todos los almanaques de Navidad y todos los extras de verano publicados entre 1960 y 1965.
Eran cuadernos de una o dos tintas que suponían un cambio de formato, pues tenían una estructura vertical frente al diseño horizontal de los cuadernillos apaisados. En todo caso, reflejan la mejor época de la serie, antes de las recomposiciones coloreadas que aparecieron en sus reediciones.
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