09 marzo 2019

El vuelo de la lechuza


Desde la poesía de Antonio Machado vuela una lechuza hasta la de la José Antonio Ramírez Lozano:

Por un ventanal, 
entró la lechuza 
en la catedral. 

San Cristobalón 
la quiso espantar, 
al ver que bebía 
del velón de aceite 
de Santa María. 

La Virgen habló:
-Déjala que beba, 
San Cristobalón. 

En el vuelo de esa lechuza sobre los olivares de Baeza en Nuevas canciones se prefiguraba la lechuza del obispo don Lulio de Bestiario de cabildo:

LA LECHUZA DEL OBISPO 

El obispo don Lulio 
guarda en su tabaquera 
diez plumas de lechuza 
y un pico de carey 
y dos ojos que fueran 
topacios de su anillo. 

¿Quién desata la púrpura? 
¿Quién rompe la vidriera 
de las constelaciones 
y santigua la luna 
del olivar los viernes 
oscuros de cuaresma? 

Las santeras murmuran, 
huelen a orines, echan 
de menos el aceite 

la noche que el obispo 
visita los sagrarios 
de todas sus iglesias. 

Y entre esos dos textos, separados por más de sesenta años, los que van de 1923 a 1984, este otro vuelo de agradecimiento que evocó Machado:

Sobre el olivar,
se vio a la lechuza   
volar y volar. 

A Santa María 
un ramito verde 
volando traía.