25 junio 2019

Sonetos de Góngora




Sobre dos urnas de cristal labradas,
de vidrio en pedestales sostenidas,
llorando está dos ninfas ya sin vidas
el Betis en sus húmidas moradas,

   tanto por su hermosura de él amadas,
que, aunque las demás ninfas doloridas
se muestran, de su tierno fin sentidas,
él, derramando lágrimas cansadas,

   «Almas -les dice-, vuestro vuelo santo
seguir pienso hasta aquesos sacros nidos,
do el bien se goza sin temer contrario,

   que, vista esa belleza y mi gran llanto,
por el cielo seremos convertidos,
en Géminis vosotras, yo en Acuario».

Ese soneto, “En la muerte de dos señoras mozas hermanas, naturales de Córdoba”, es el primero de los que compuso Góngora. Fechado en 1582, abre la monumental edición crítica de los sonetos gongorinos que ha preparado Juan Matas Caballero para Cátedra Letras Hispánicas.

Reunidos en un voluminoso tomo de tamaño superior al habitual en la colección, cada uno de los 212 sonetos que constituyen el corpus total del poeta cordobés en esa forma estrófica va presentado por un prefacio que ilumina su contenido y se completa con notas aclaratorias que facilitan la lectura del texto.

Abre el volumen una espléndida introducción de casi cien páginas a las que siguen otras ciento cincuenta de una bibliografía pormenorizada que recoge las fuentes manuscritas de los sonetos, como el manuscrito Chacón, los impresos de los siglos XVI y XVII, las ediciones modernas, los comentarios antiguos y los estudios gongorinos.

Un volumen cuyas casi dos mil páginas están destinadas a convertirse en la edición de referencia y de consulta obligada durante décadas de una parte esencial de la poesía gongorina.