Correspondencias ocultas
“Las upanisad, que junto con la Bhagavadgītā, constituyen una de las obras sagradas más importantes del hinduismo, son la culminación del pensamiento védico y uno de los grandes episodios en la historia del espíritu humano”, escribe Juan Arnau en la introducción a su edición en Atalanta de las Upanisad. Correspondencias ocultas, que ha traducido por primera vez del sánscrito al castellano con la colaboración de los sanscritistas Óscar Figueroa, Wendy Phillips y Roberto García y del poeta Vicente Gallego para la versión de los fragmentos en verso.
Correspondencias ocultas es la traducción literal del término sánscrito Upanisad. Correspondencias que conectan lo celeste y lo terrestre a través del aire en una constante interrelación de los tres ámbitos a través de los vínculos secretos que relacionan en último término los procesos cósmicos y el desarrollo de la vida individual.
Se trata de explorar el conocimiento secreto que permite entender la correlación entre las distintas manifestaciones de la realidad -lo grande y lo pequeño, la materia y el espíritu, la consciencia y la naturaleza-. Esa idea, que está en la base de las concepciones antiguas sobre la unidad del universo en las cosmologías de Grecia, de Egipto y de la India, ejerce una notable influencia sobre la cultura occidental desde el siglo XIX, como señala Juan Arnau en su prólogo:
“Arthur Schopenhauer leyó la primera traducción de Duperron y quedó profundamente conmovido, hasta el punto de equiparar su propia filosofía al pensamiento védico. Las upanisad también impresionaron a los románticos, como Schelling, y a los trascendentalistas norteamericanos, como Thoreau y Emerson en especial. Se dice que T. S. Eliot escribió La tierra baldía inspirándose en ellas. Para Joan Mascaró, uno de sus traductores al inglés, las upanisad representan el evangelio del hinduismo, cuyo mensaje se resume en la frase: 'El reino de Dios está dentro de ti.'”
“Arthur Schopenhauer leyó la primera traducción de Duperron y quedó profundamente conmovido, hasta el punto de equiparar su propia filosofía al pensamiento védico. Las upanisad también impresionaron a los románticos, como Schelling, y a los trascendentalistas norteamericanos, como Thoreau y Emerson en especial. Se dice que T. S. Eliot escribió La tierra baldía inspirándose en ellas. Para Joan Mascaró, uno de sus traductores al inglés, las upanisad representan el evangelio del hinduismo, cuyo mensaje se resume en la frase: 'El reino de Dios está dentro de ti.'”
Diálogos, narraciones, himnos y cantos son el vehículo de expresión de intuiciones propias de un pensamiento asistemático en el que se dan cita la sabiduría, la meditación y el descubrimiento.
La edición de Juan Arnau traduce por primera vez al español las trece upanisad más importantes. Una de ellas, la Gran Upanisad del Bosque, probablemente anterior a Buda, es la que “por razones históricas y filológicas se considera [...] la upanisad más relevante y antigua de todas.” Expresa la correspondencia del cosmos con el caballo sagrado en estos términos:
El amanecer es la cabeza del caballo sagrado, el sol su vista, el viento su aliento, el fuego elemental sus fauces abiertas. El año es su cuerpo, el firmamento su espalda, el aire su abdomen, la tierra su vientre. Los cuadrantes superior e inferior son sus flancos, los intermedios sus costillas, las estaciones sus extremidades, los meses sus articulaciones. Los días y las noches son sus pies, las estrellas sus huesos, las nubes su carne. Las playas son su estómago, los ríos sus intestinos, los collados su hígado y sus pulmones. La hierba y los árboles son el vello de su cuerpo, el levante sus cuartos delanteros, el poniente sus cuartos traseros. Lucen los relámpagos cuando bosteza, retumban los truenos cuando se agita y cae la lluvia cuando orina. Su relincho es el habla misma.
<< Home