17 enero 2020

Fortunata y Jacinta en Reino de Cordelia





Es la portada y dos de las magníficas ilustraciones de Toño Benavides para la espectacular edición conmemorativa de Fortunata y Jacinta que han preparado Jesús Egido y María Robledano para Reino de Cordelia.

Llega esta semana a las librerías en un estuche con dos volúmenes que abre un prólogo en el que José María Merino escribe:

Lo primero que a mí me llama la atención es esa voz que narra en primera persona. Es una voz omnisciente, una especie de tercera persona, pero ya desde el primer momento -«Las noticias más remotas que tengo de la persona que lleva este nombre me las ha dado Jacinto María Villalonga, y alcanzan el tiempo en que este amigo mío, y el otro, y el de más allá, Zalamero, Joaquinito Pez, Alejandro Miquis, iban a las aulas de la Universidad»-, su sencillez y cercanía nos sujetan de tal manera que aceptaremos sin extrañeza que ese narrador -una especie de personaje invisible- pueda relatarnos los más hondos secretos de los personajes visibles, porque además a veces nos dice que ha recibido confidencias de ellos.
Esa voz, hija directa del narrador que, en el Quijote, comienza en el prólogo dirigiéndose al «desocupado lector» -voz cuya deriva narrativa se integrará en la literatura y no será superada en su forma y función- se encuentra con bastante frecuencia en la obra de don Benito, y dará al transcurso de las peripecias de sus novelas una singular naturalidad, muy alejada, precisamente, del amaneramiento «novecentista» de algunos de sus colegas contemporáneos de ambos sexos.

Es sin duda uno de los acontecimientos editoriales de este año del centenario de la muerte de Galdós.